Alrededor de 1979, el combustible derivado de neumáticos (TDF) surgió como el primer mercado de neumáticos reciclados. La fuente de combustible que consiste en neumáticos enteros o pedazos de neumáticos mezclados con fuentes tradicionales de combustibles fósiles resultó útil para limpiar las reservas de neumáticos y proporcionar una alternativa energética. Hasta este punto, las altas necesidades energéticas de las calderas de servicios públicos, las fábricas de pulpa y papel y los hornos de cemento solo podrían satisfacerse quemando grandes cantidades de carbón u otras fuentes de combustible no renovables.

Durante la siguiente década, TDF siguió siendo el mejor y más eficaz uso de neumáticos viejos. El 98% de los neumáticos de desecho producidos en 1990 se quemaron como TDF. Aunque el número de neumáticos utilizados en TDF ha seguido aumentando, los avances en reciclaje de neumáticos han introducido varios productos nuevos de caucho reciclado que ahora representan más del 50% del mercado de reciclaje de neumáticos.

¿Es seguro quemar TDF?

Con todos los peligros asociados con los incendios de neumáticos, parece contradictorio utilizarlos como fuente de combustible y exponernos voluntariamente a nosotros mismos y a nuestro planeta a los productos químicos tóxicos producidos. Sin embargo, la quema de neumáticos en un sistema controlado en fábricas de cemento o plantas de papel ha sido objeto de múltiples estudios. Un artículo de investigación publicado por la Agencia de Protección Ambiental en 1997 concluyó que la quema de 10-20% de TDF como fuente de combustible suplementaria no produjo un cambio significativo en las emisiones siempre que la planta cumpliera con ciertos criterios, que incluyen:

  • Quema de TDF en aplicaciones adecuadas
  • Las instalaciones cumplen con las regulaciones estatales y federales.
  • El TDF se quema a altas temperaturas para lograr una combustión completa.
  • Se han implementado controles de partículas, como filtros de tela y precipitadores electrostáticos.

Se están realizando más estudios a nivel local y nacional sobre las emisiones de las chimeneas en las plantas que queman TDF. Sin embargo, las primeras pruebas de los datos recopilados indican una disminución del riesgo carcinogénico de las plantas que incorporan TDF en lugar de depender totalmente de los combustibles fósiles.

¿Cuáles son los beneficios de quemar TDF?

1. Disminuye la dependencia de los combustibles fósiles
A medida que crece nuestro hambre de energía en todo el mundo, también crece nuestro recurso a fuentes de energía no renovables. La incorporación de combustibles alternativos ayuda a disminuir nuestra necesidad de aprovechar estas reservas de energía.

2. Reduce el desperdicio
Con los Estados Unidos produciendo cientos de millones de llantas de desecho cada año, necesitamos formas de deshacernos de ellas o reciclarlas para convertirlas en productos útiles. De lo contrario, terminan en vertederos o depósitos donde representan un peligro para el medio ambiente. Convertimos cientos de millones de neumáticos cada año en energía que se utiliza para producir cemento, papel y electricidad utilizando TDF. El TDF y el carbón quemado en un horno de cemento producen cenizas que pueden incorporarse al producto final, lo que resulta en cero desperdicios. No aporta nada a nuestros vertederos.

3. Barato
En los Estados Unidos, no producimos suficientes combustibles fósiles para satisfacer nuestras propias necesidades. En cambio, confiamos en las importaciones de países extranjeros. El precio adjunto es a menudo más alto de lo que queremos y puede fluctuar enormemente con los cambios en la política exterior o los eventos actuales. El costo se eleva aún más por la necesidad de enviar el combustible desde su fuente al usuario.

Los neumáticos de desecho están en todas partes, en todos los estados y en todos los países. No es necesario enviarlos a largas distancias y el costo de adquisición de los neumáticos es bajo. Debido a la degradación que sufren, los neumáticos almacenados ya no son adecuados para algunos productos de reciclaje. Estos neumáticos pueden quemarse como TDF o usarse en proyectos de ingeniería civil de forma limitada. Son un producto de desecho sólido que podemos usar en lugar de las fuentes de combustible tradicionales, lo que ahorra tiempo y preserva los digitales.

4. Reduce las emisiones
La quema de carbón y madera produce otras emisiones nocivas además del dióxido de carbono. Los óxidos de nitrógeno y azufre pueden ser perjudiciales para los pulmones si se inhalan. Agregar TDF a las plantas de combustión de combustibles fósiles puede ayudar a reducir la producción de estos químicos dañinos. En algunos estados, la práctica se recomienda como medida de seguridad. En las plantas diseñadas para quemar TDF para producir energía, las emisiones pueden ser mucho menores al quemar TDF en lugar de combustible sólido.

5. BTU altos constantes
El calor producido por la quema de combustibles fósiles puede aumentar y disminuir a medida que arde el fuego. El TDF genera una combustión constante que produce un calor constante, manteniendo las altas temperaturas requeridas en los hornos de cemento.

En promedio, el carbón y la madera pueden producir 12,000 y 5,000 BTU por libra, respectivamente. Sin embargo, TDF puede proporcionar entre 12,000 y 16,000 BTU por libra, lo que convierte a TDF en una mejor opción para la producción de energía.

El TDF se ha utilizado como fuente de combustible alternativa en los Estados Unidos durante más de 40 años. La investigación realizada sobre su seguridad tanto para el medio ambiente como para las personas que viven allí ha demostrado que puede ser una buena fuente de energía limpia. También es una solución ecológica a nuestro creciente problema de neumáticos.

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Por qué TDF no es tan malo como crees